Sylvester Stallone empapeló el barrio de Bel-Ai de Los
Angeles con afiches que rezaban: "Perro Perdido". El actor de Rocky
estaba dispuesto a pagar 10.000 dólares a la persona que le devolviera a su
mascota.
Abatido por las muertes de su hermanastra y su hijo Sage el
año pasado, el actor y director sufría otro revés con la desaparición de su
perrita Phoebe.
Sin embargo, su búsqueda tuvo el peor final cuando, a medida
que caminaba, iba encontrando trozos del cuerpo de su can, que aparentemente
había sido atacado por un coyote.
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