
Entre los yuyales y tirado a un costado del camino al
cementerio. Así encontró un vecino de Villa Gobernador Gálvez el cuerpo sin
vida de un hombre de entre 30 y 35 años.
Entre los yuyales y tirado a un costado del camino. Así
encontró un vecino de Villa Gobernador Gálvez el cuerpo sin vida de un hombre
de entre 30 y 35 años. Tenía un balazo en el pecho, otro en el cuello y uno más
en la ingle.
El cadáver estaba a la vera de la ruta provincial 22S, la
prolongación de la avenida San Martín de Rosario, y a metros del puente sobre
la autopista a Buenos Aires. La principal hipótesis es un ajuste de cuentas por
motivos que se desconocen y el forense que examinó el cuerpo estimó el horario
del crimen entre la medianoche del viernes y las 2 de la madrugada del sábado.
La avenida San Martín de Rosario se convierte en la ruta
provincial 22S al cruzar el arroyo Saladillo y prolongarse hacia el sur. Ese
camino es paso obligado para llegar desde nuestra ciudad al cementerio de la
localidad vecina y termina a metros del kilómetro 285 de la autopista
Rosario-Buenos Aires, donde nace el acceso a la planta de la cerealera Cargill.
Ese acceso figura en los mapas bajo el nombre de calle Río Paraná, pero en la
práctica se lo conoce como "el camino a Cargill".
Aproximadamente a las 7 de la mañana de ayer, un vecino que
caminaba por la 22S rumbo a su trabajo se topó con el cuerpo de un hombre que
asomaba entre los yuyales, a un metro de la cuneta. Tenía el torso desnudo,
ropa deportiva y tres impactos de bala: en cuello, tórax y abdomen. A un
costado del cuerpo estaba la remera del muchacho. Y sobre el camino podían
distinguirse huellas de una camioneta o una 4x4 en la que habrían transportado
el cadáver. Para llegar a ese lugar no hay muchas alternativa: el vehículo bajó
de la autopista o llegó por la ruta 22S que está destruida y poceada en toda su
extensión villagalvense.
Fuentes allegadas a la pesquisa, en manos del juez de
Instrucción Guillermo Pérez Urrechu, dijeron que el cuerpo tenía numerosos
tatuajes hechos por profesionales y también de los conocidos como tumberos o
carcelarios, entre ellos un diablito con el escudo de Newell's en el pecho,
informa Lacapital.com.ar.
El médico que lo examinó, cerca de las 9, indicó que había
sido asesinado entre la medianoche del viernes y las 2 de la mañana del sábado.
Y que el lugar donde fue hallado no era la escena del crimen ya que el cuerpo
tenía rastros de tierra seca, y la zona estaba mojada por la lluvia de
anteanoche.
Al cuerpo se le tomaron las huellas dactilares para poder
identificarlo, lo que no se había logrado hasta anoche. En tanto, el cuerpo fue
remitido al Instituto Médico Legal para que se le realizara la autopsia.
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