
Un joven murió de un tiro por la espalda tras una
persecución policial en el partido bonaerense de Tres de Febrero, y por el
crimen hay dos efectivos detenidos, informaron fuentes judiciales y de la
fuerza.
A raíz del hecho, el Ministerio de Justicia y Seguridad de
la provincia de Buenos Aires dispuso la desafectación de ambos uniformados
involucrados.
Fuentes policiales y judiciales informaron que el hecho
ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada del lunes en el cruce de avenida
Gabino Ezeiza y Hernán Cortés, de la localidad de Remedios de Escalada de San
Martín, en dicho partido de la zona noroeste del conurbano.
Por motivos que se investigan, la policía comenzó a
perseguir una camioneta Ford EcoSport que pasó por ese lugar y era conducida
por Mauro Medina (20), hijo del dueño del vehículo.
De acuerdo a los voceros, esta camioneta no tenía ningún pedido
de secuestro, ni ningún otro impedimento que motivara el inicio de una
persecución.
“Estamos tratando de determinar las circunstancias del hecho
porque todavía no está claro por qué se inició la persecución, ni por qué el
chico no paró cuando vio el patrullero”, dijo uno de los investigadores.
El pesquisa consultado explicó que “en un momento, el joven
bajó de su camioneta y no sabemos si salió corriendo o qué pasó, pero terminó
muerto de un tiro por la espalda efectuado por uno de los policías”.
“Yo intuyo que él se asustó porque tuvo otro problema con
una moto (...) Para mí (los policías) esperaron a que él bajara de la
camioneta, que corriera y le pegaron un tiro”, indicó a la prensa Oscar Medina,
padre de Mauro, cuya familia vive en el barrio El Libertador de Tres de
Febrero, a unas 12 cuadras del lugar del hecho.
El hombre contó que él se enteró de lo sucedido cuando dos
amigos de su hijo fueron a buscarlo y le dijeron que a Mauro “lo había detenido
la policía”.
“Me levanté con mi hijo más grande y fuimos a donde estaba
(Mauro) y mi hijo estaba tirado en el piso, boca arriba (...) Como la policía
no dejó que llegara la ambulancia, lo cargamos en mi camioneta y lo llevamos al
(hospital) Boccalandro donde nos dijeron que no había médicos”, relató.
Según Oscar, ante esa situación, llevaron a la víctima al
Hospital Castex, donde “le hicieron las tareas de reanimación pero ya no había
nada que hacer”.
“Mi hijo era un chico sano: no fumaba, no tomaba, no se
drogaba, jugaba al fútbol, jugó en las inferiores Chacarita, en Estudiantes y
la policía viene y me lo saca de esta forma”, expresó el hombre entre lágrimas.
Por su parte, Gladys, la madre de la víctima, dijo: “Yo
siempre tuve miedo de la calle (...) le había dicho a mi marido: le vamos a
regalar un auto para que no ande caminando, por los robos, que es peligroso.
Pero nunca me imaginé que lo iban a matar en la camioneta”.
En tanto, la causa quedó a cargo del fiscal Marcelo Segarra,
de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de San Martín, quien dispuso la
aprehensión de los dos policías que protagonizaron la persecución.
Se trata de los suboficiales Walter Daniel Vera y Emanuel
Germán Lopera, ambos de la comisaría 11ma. de Tres de Febrero, quienes estaban
uniformados y en un patrullero identificable, detallaron voceros judiciales.
“Nada indica que la víctima de este hecho sea un delincuente
o pueda haber sido confundido con uno de ellos. No entendemos la actuación de
estos dos policías”, dijo una fuente judicial.
El mismo informante agregó que ni en poder de la víctima, ni
dentro de la camioneta se encontraron elementos sospechosos.
“No hay armas, no hay drogas, no hay alcohol, no hay nada
que justifique el accionar de los policías”, afirmó la fuente.
El fiscal Segarra también ordenó el secuestro de las armas
de los policías para realizar los peritajes que determinarán cuál de los dos
efectivos fue el autor del disparo que mató a Medina.
En ese sentido, el funcionario judicial aguardaba esta tarde
que los forenses realicen la autopsia al cuerpo del joven y puedan encontrar el
proyectil que causó su muerte para luego poder cotejarlo con las pistolas 9
milímetros de Lopera y Vera.
Además, el fiscal solicitó a la policía que busque en los
alrededores de la escena del crimen alguna cámara de seguridad que haya
registrado, aunque sea en parte, la persecución.
Y requirió los informes del GPS del móvil policial
interviniente, para determinar su recorrido, y -si las hay-, las grabaciones de
las comunicaciones que los efectivos mantuvieron con el comando antes, durante
y después de la persecución.
Por otro lado, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad,
además de desafectar a los dos policías detenidos, también se resolvió relevar
al titular de la comisaría 11ra. de Tres de Febrero, Marcos Viltes, “por
incumplir el control de aplicación de la norma que dispone que el armamento
deberá ser utilizado en circunstancias extremas y para repeler otras acciones
armadas”, se informó oficialmente.
Télam
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